notes on the seasons

in spanish, we don’t naturally occur. the seasons differentiate us from natural people. when there are no seasons, let’s say, when we are a caribbean country, better yet, when we are a territory, we aren’t allowed to use the x, except for the word xylophone, because who uses a xylophone? and who wants us? every time you think these questions aren’t the same, you recognize that you never met me, despite the i’ve seen you before and somewhere.

if i’m going to explore my nationality, i have to be recognizable. this is what everyone knows. in fact, if i’m not recognizable, it’s as if i had no nation.

i wrote the following in a letter to the lions of the mayagüez zoo:

i know that right now you are lions, and you’ve spent a lot of time in the heat, but when you become snakes, no fence will be able to contain you. they’ll have to put you in a glass cage. they call this cage a fish tank. they’ll decorate the cage with rocks. you’ll no longer be able to roar. but don’t worry, when you become spiders, you’ll be able to leave the fish tank. you’ll climb up to the roof. maybe it’ll take you many weeks to find a window, but in the interim, you’ll eat mosquitos, since these are abundant, despite the aromatic candles.

i wrote them this letter because i know what it’s like to wait for transmogrification.

i wrote them this letter because i know what it’s like to wait for transmogrification in captivity.

outside of the fish tank, there is a room. outside of the room, there is a zoo. outside of the zoo, there is a hometown. outside of the hometown, there is a colony. outside of the colony, there is an empire. outside of the empire, there is the king of seasons. if you kill the king, you kill the game.


notas sobre las temporadas

en el español no nos damos naturalmente. las temporadas sirven para diferenciarnos de las personas naturales. cuando no hay temporada, digamos, cuando somos de un país caribeño, mejor, cuando somos de un territorio, no se nos permite usar la x, excepto para la palabra xilófono, ¿porque quién usa xilófono? ¿y quién nos quiere? cada vez que piensas que estas preguntas no son la misma, reconoces que nunca me conociste, a pesar del te he visto antes y de alguna parte.

si voy a explorar mi nacionalidad, tengo que ser reconocible. eso lo saben todos. de hecho, si no me reconoces, es como si no tuviera nación.

le escribí lo siguiente en una carta a los leones del zoológico de mayagüez:

sé que, en estos momentos, son leones, y llevan mucho tiempo en el calor, pero, cuando sean culebras, no habrá verja que los contenga. tendrán que ponerlos en una jaula de cristal. a esta jaula le llaman pecera. decorarán la jaula con piedras. ya no podrán rugir. pero tranquilos, que cuando sean arañas podrán salir de la pecera. subirán hasta un techo. quizás les tomé varias semanas encontrar la ventana, pero en el interín, comerán mosquitos, pues estos abundan, a pesar de las velas aromáticas.

les escribí esta carta porque sé lo que es esperar la transmogrificación.

les escribí esta carta porque sé lo que es esperar la transmogrificación en cautiverio.

fuera de la pecera, hay un cuarto. fuera del cuarto, hay un zoológico. fuera del zoológico, hay una pueblo natalicio. fuera del pueblo natalicio, hay una colonia. fuera de la colonia, hay un imperio. fuera del imperio, existe el rey de las temporadas. si matas el rey, matas el juego.


Originally published in the Boston Review. Copyright © 2017 by Raquel Salas Rivera. Used with the permission of the author.