Dear Beth

translated by Sasha Pimentel

The girls in Perth Amboy
add to the wind
their small tears
to loosen the torment.

I remember 
the first time
on these grounds,
the mailbox, the snow,
your coupon book,
English class,
the smell of neglect
in the hallways.

So,
Winter,
the liminal sickness
of sidewalks.
The cold
at the corners of lips,
above the machines,
the counter
and vital signs,

Cold
intervening
the deep root of rage,
sowing what is solid
into the lawn,
heightening the rose’s stem,
and from your own kindness.

But I think,
dear Beth,
it must be true
that before us
was another tribe of wanderers,
shepherds of loss

these girls
in Perth Amboy
shaking the bedsheet,
cursing the weather,
their many errands,
and climbing regularly
the erect hill
of ire,
our
daily goddess,
the first language
we learned here,
our great, unexpected possession.

I ask myself
dear Beth,
is this bright, 
hard, polished stone of rage
the land that we were promised?

 


Querida Beth

 

Las muchachas en Perth Amboy
agregan al viento
sus minúsculas lágrimas
para desatar la tormenta.

Recuerdo,
la primera vez de todo
en este predio:
el buzón, la nieve
tu libro de cupones
la clase de inglés,
el olor a desamparo
en los pasillos.

Entonces 
el Invierno,
la enfermedad liminal 
de las aceras.
El frío,
en la comisura de los labios,
arriba de las máquinas,
del mostrador
y de los signos vitales,

El frío 
interviniendo
La raíz profunda de la rabia,
sembrando lo sólido en la grama
arreciando el tallo de la rosa
y de tu propia bondad.

Pero pienso, 
querida Beth,
que debe ser cierto 
que antes de nosotras
hubo otra peregrina tribu 
pastora de la pérdida

esas muchachas 
en Perth Amboy
sacudiendo la sábana
desdiciendo del clima,
de sus muchos oficios 
y subiendo regularmente 
la colina erguida
de la ira,
nuestra 
diosa matutina, 
la primera lengua que 
aprendimos aquí, 
nuestra gran posesión inesperada.

Yo me pregunto
querida Beth 
¿es esta recia
lustrosa piedra pulida de la rabia 
la tierra que nos prometieron?

Credit

Copyright © 2021 by Andrea Cote-Botero. Originally published in Poem-a-Day on March 11, 2021, by the Academy of American Poets.

About this Poem

“My aunt Beth came to the United States in 1974, and lived forty years among the Colombian community of Perth Amboy, New Jersey, where she always had two or three minimum-paying jobs. When no one wanted to use her because of her age, she returned to her country, carrying what could fit in a single suitcase. I wrote this poem to hear Beth's voice again and demand the wind to put weight on the word promise. Beth asks of language with courage and fury, to be, then, the place of her restitution and her return.”
Andrea Cote-Botero

“Mi tía Beth llegó a los Estados Unidos en 1974, vivió cuarenta años entre la comunidad de colombianos de Perth Amboy, New Jersey, donde tuvo siempre dos o tres trabajos de paga minima. Cuando ya nadie quiso emplearla por su edad, regresó a su país, llevándo lo que cabe en una sola maleta. Yo escribí este poema para escuchar la voz de Beth otra vez y reclamarle al viento que ponga peso en la palabra promesa. Beth le pide al lenguaje con valentía y furía, que sea él, entonces, el lugar de su restitución y su regreso.”
Andrea Cote-Botero